Frank y Bill, una pareja gay en el programa de televisión «The Last of Us», son uno de los pocos ejemplos de representación LGTB+ en los medios de comunicación. Muchos de vosotros pensaréis:“no Antonio, la representación de parejas LGTB+ ha aumentado considerablemente, ahora hay gays por todos lados en los medios”. La realidad es que el porcentaje no llega ni al 0,1% en comparación a la representación del amor heterosexual. El capítulo ha recibido miles de comentarios homófobos del tipo:“nos quieren meter por los ojos que es normal que dos tíos se acuesten y no lo es”, “era mi serie favorita pero este episodio ha hecho que deje de verla” “vaya aburrimiento de episodio ver como dos tíos se hacen una cenita”, “capítulo incómodo de inclusión forzada” “incómodo de ver”.
Teniendo en cuenta que parece que todavía estamos rodeados de zombis mentales en el mundo real, necesitamos que siga aumentando ese porcentaje del 0,1.
Pero no quiero realmente hablar sobre esto, quiero hablar sobre el episodio, sobre la historia de amor de Frank y Billie, la historia de amor entre dos hombres. Sí, amor entre dos hombres.
La relación de Frank y Bill es un testimonio del poder del amor, independientemente del género o la orientación sexual. Su amor es fuerte y firme, y se apoyan mutuamente a través de todos los desafíos que enfrentan. Uno de los aspectos más llamativos de la relación de Frank y Billie es su compromiso de envejecer juntos. En un mundo donde el futuro es incierto y la supervivencia es una lucha constante, encuentran consuelo en la compañía del otro. Este es un testimonio del poder del amor y el compromiso en un momento de agitación.
Esta historia de amor entre Frank y Bill es un gran avance respecto a la visión que se suele ver en los medios de las parejas LGTB+; suelen ser proyectada como parejas inestables, llenas de conflictos internos y sin un compromiso real. Una larga lista de mitos negativos que solo sirven para alimentar a los zombis mentales de los que estamos rodeados. Por primera vez se representa la evolución de años de una relación LGTB+ destacando sus fortalezas, porque si hay algo que representa a la comunidad LGTB+ es su resiliencia, su capacidad para aprender de las adversidades y seguir adelante.
Desde una perspectiva psicológica, la relación de Frank y Bill es un ejemplo de teoría del apego. Según esta teoría, los humanos están naturalmente conectados para formar vínculos estrechos de protección y seguridad, pero también afectivos, sentirnos amados y amar. Esto es evidente en la forma en que Frank y Bill se aferran el uno al otro en momentos de miedo y peligro, confiando el uno en el otro para su consuelo, apoyo y en sus demostraciones de amor incondicionales.
En conclusión, la relación de Frank y Bill en «The Last of Us» es una poderosa representación del amor LGTB+ desde un punto de vista resiliente y positivo y no desde un punto de vista heterosexista lleno de clichés negativos de inestabilidad y falta de compromiso que suele ser la representación LGTB+ en los medios. Destaca la importancia de aceptar a los demás por lo que son, independientemente de su orientación sexual. Este espectáculo es un recordatorio de que el amor no conoce límites y que el compromiso y el apego son cruciales para nuestro bienestar mental y emocional. Y sí, las parejas LGTB+ también podemos tener relaciones estables, duraderas, de años, si así decidimos hacerlo, y muchas de las fortalezas que tienen nuestras relaciones pueden ser un modelo del que aprender.
Gracias por llegar hasta aquí, si has visto el capítulo y quieres dar tu opinión estaré encantado de leerte.